¿Cómo intentó la gente evitar que contrajeran la peste negra?
- Aislamiento y cuarentena: Los sospechosos de tener la peste negra fueron aislados de los demás para evitar una mayor transmisión de la enfermedad. Esto era especialmente común en las ciudades donde la enfermedad se propagaba rápidamente debido a la densa población. Los individuos infectados a menudo eran enviados a hospitales designados o casas de plagas fuera de las murallas de la ciudad.
- Fumigación y quema: La gente creía que los malos olores y los miasmas transmitían la enfermedad, por lo que a menudo quemaban hierbas aromáticas, especias y maderas para purificar el aire. Se encendieron hogueras en calles y lugares públicos para ahuyentar la peste. Algunas personas incluso quemaron su ropa y sus pertenencias para eliminar cualquier fuente potencial de infección.
- Rituales religiosos y oraciones: En la sociedad medieval profundamente religiosa, muchos recurrieron a prácticas religiosas en busca de protección. Se celebraron misas y procesiones para orar por la intervención divina y protección contra la plaga. La gente también llevaba reliquias sagradas, llevaba símbolos religiosos y recitaba oraciones para protegerse de la enfermedad.
- Higiene personal: Aunque el conocimiento de la teoría de los gérmenes era limitado, algunas personas comprendieron la importancia de la higiene personal para prevenir la propagación de la enfermedad. Se lavaron las manos con frecuencia, evitaron el contacto con personas infectadas y eliminaron adecuadamente los desechos. Algunos incluso llevaban máscaras protectoras hechas de cuero o tela.
- Restricciones dietéticas: Algunos creían que ciertos alimentos y bebidas podrían ayudar a prevenir la peste, lo que llevó a diversas restricciones dietéticas. La gente consumía remedios a base de hierbas, especias y brebajes que se creía que tenían propiedades medicinales contra la enfermedad.
- Astrología y supersticiones: Algunas personas recurrieron a la astrología y las supersticiones para explicar y prevenir la plaga. Creían que las alineaciones celestes o las posiciones de los planetas podrían influir en la propagación de la enfermedad. Otros confiaban en amuletos, talismanes y amuletos para protegerse.
Estos intentos de detener la peste negra reflejan la comprensión y los recursos médicos limitados de la época, así como las creencias y prácticas profundamente arraigadas de la sociedad medieval.