¿Qué pasa si te rocías un lince en la boca?
Los principales riesgos asociados con rociar Lynx en la boca son:
Inhalación de productos químicos: Lynx contiene varios productos químicos, incluidos propulsores y fragancias, que deben dispersarse en el aire y no ingerirse. La inhalación de cantidades concentradas de estos químicos directamente en la boca puede irritar el sistema respiratorio y provocar tos, asfixia o incluso dificultad respiratoria grave.
Aspiración: Cuando rocía algo directamente en la boca, existe el riesgo de que el producto sea inhalado accidentalmente y llegue a los pulmones. Esto se conoce como aspiración y puede provocar complicaciones graves, como neumonía y daño pulmonar.
Quemaduras e irritaciones: Los productos químicos de Lynx están destinados a usarse externamente en la piel y, cuando se rocían directamente en la boca, pueden causar irritación y quemaduras en los tejidos sensibles de la boca, la garganta y el sistema digestivo.
Efectos cardiovasculares: Algunas sustancias químicas comúnmente presentes en los aerosoles también pueden afectar la salud cardiovascular. La inhalación de cantidades excesivas de ciertos gases propulsores puede provocar cambios en el ritmo cardíaco y la presión arterial.
Toxicidad: Los productos en aerosol, como Lynx, están presurizados y contienen una mezcla de productos químicos. Están regulados como productos domésticos y no están destinados a la ingestión. Así, su composición química puede suponer un riesgo de intoxicación o envenenamiento si se ingiere en la boca.
Si accidentalmente rocía Lynx en su boca, enjuáguese bien la boca con agua y busque atención médica o llame a una línea de ayuda nacional para el control de intoxicaciones si experimenta algún síntoma adverso. Evite siempre rociar productos en aerosol en la boca o cerca de la cara.