La palabra "grotesco" proviene de la palabra italiana "grottesca", que literalmente significa "perteneciente a una gruta". La palabra se utilizó por primera vez en el siglo XVI para describir las decoraciones inusuales y a menudo extrañas que se encuentran en las antiguas cámaras subterráneas o grutas romanas. Estas decoraciones a menudo presentaban criaturas fantásticas y formas híbridas, que se consideraban extrañas y fascinantes. Con el tiempo, el término "grotesco" pasó a aplicarse de manera más amplia a cualquier tipo de arte u ornamentación que se considerara extraña, exagerada o incluso monstruosa.