Si se golpeó la cabeza y desarrolló un pequeño bulto que comenzó a aumentar de tamaño después de tres días, es importante buscar atención médica. Si bien es posible que el bulto sea un hematoma (acumulación de sangre) inofensivo que se resolverá por sí solo, también existe la posibilidad de que sea causado por una afección subyacente más grave, como una fractura o una infección. Algunos signos y síntomas podrían ser dolor de cabeza, pérdida de visión, equilibrio o memoria, vómitos persistentes y pérdida del conocimiento que podrían ayudar a reconocer un trauma severo. Un profesional de la salud puede evaluar adecuadamente el bulto, descartar cualquier problema grave y determinar el mejor curso de tratamiento. Ignorar una lesión en la cabeza potencialmente grave puede tener consecuencias perjudiciales en el futuro, por lo que siempre es mejor prevenir que curar.