¿Por qué podría ser más probable que el amianto contribuya al cáncer de pulmón en los fumadores que en los no fumadores?
1. Aumento de la deposición de fibras de amianto en los pulmones :Fumar daña los cilios, las diminutas estructuras parecidas a pelos que recubren las vías respiratorias y ayudan a eliminar partículas extrañas, incluidas las fibras de asbesto. Con los cilios dañados, es más probable que las fibras de amianto se depositen profundamente en los pulmones.
2. Efectos sinérgicos del amianto y el humo del tabaco :Tanto el amianto como el humo del tabaco contienen carcinógenos que pueden dañar el ADN y provocar la formación de cáncer. Cuando una persona está expuesta tanto al asbesto como al humo del tabaco, el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón aumenta considerablemente porque los efectos de estos carcinógenos son sinérgicos.
3. Respuesta inmune deteriorada :Fumar debilita el sistema inmunológico, haciéndolo menos eficaz para reconocer y destruir las células dañadas, incluidas aquellas que han sido dañadas por las fibras de amianto. Un sistema inmunológico comprometido aumenta el riesgo de cáncer de pulmón relacionado con el amianto.
4. Vía común de toxicidad :El tabaquismo y la exposición al asbesto causan inflamación y estrés oxidativo en los pulmones. Estos procesos pueden dañar el tejido pulmonar y hacerlo más susceptible al desarrollo de cáncer.
Debido a estos factores, las personas que son fumadores y están expuestas al asbesto tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer de pulmón en comparación con aquellos que están expuestos solo al asbesto o que son fumadores únicamente.