¿Qué es el sarcolema?
Funcionalmente, el sarcolema es fundamental en el proceso de contracción muscular. La membrana se encarga de detectar y transmitir potenciales de acción, que son señales eléctricas, producidas por el sistema nervioso. Estas señales se propagan a través del sarcolema, lo que lleva a la liberación de iones de calcio del retículo sarcoplásmico, un compartimento intracelular especializado dentro de las células musculares.
El aumento de la concentración de calcio desencadena la unión de los iones de calcio a una proteína llamada troponina, lo que provoca un cambio en la conformación del complejo troponina-tropomiosina. Este cambio expone los sitios de unión de los filamentos de actina, lo que permite la interacción con las cabezas de miosina, iniciando la contracción muscular.
Además de su papel en la contracción muscular, el sarcolema participa en el mantenimiento de la integridad estructural de la fibra muscular, regulando el equilibrio iónico y facilitando el intercambio de nutrientes, iones y productos de desecho entre la célula muscular y su entorno.