El sarampión es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa causada por un virus. Puede provocar complicaciones graves, como neumonía y encefalitis, e incluso provocar la muerte. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2018 se estima que hubo 140.000 muertes relacionadas con el sarampión en todo el mundo, la cifra más alta en más de una década. La mayoría de estas muertes ocurrieron en países de ingresos bajos y medios, y entre niños menores de cinco años. La vacunación es la forma más eficaz de prevenir el sarampión y sus complicaciones, y la OMS recomienda que todos los niños reciban dos dosis de la vacuna contra el sarampión.