No existe evidencia científica que relacione el estrés directamente con un mayor riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer. Si bien el estrés crónico puede tener muchos efectos negativos para la salud, como un sistema inmunológico debilitado, no se ha demostrado que sea la causa principal del cáncer. El desarrollo del cáncer implica mutaciones genéticas complejas y varios factores de riesgo.