¿Cómo se producen los rayos X?
Cuando los electrones golpean el objetivo, interactúan con los átomos del metal y pierden su energía cinética. Esta energía se convierte en fotones de rayos X, que se emiten en todas direcciones. La energía de los fotones de rayos X depende de la energía de los electrones incidentes.
La producción de rayos X requiere un haz de electrones de alta energía. Este haz es generado por un tubo de rayos X, que consta de un cátodo, un ánodo y una fuente de alimentación de alto voltaje. El cátodo se calienta para emitir electrones, mientras que el ánodo está hecho de un metal pesado, como el tungsteno. La fuente de alimentación de alto voltaje acelera los electrones hacia el ánodo.
Cuando los electrones chocan contra el ánodo, se detienen repentinamente y se emiten rayos X. Luego, los rayos X se coliman o enfocan en un haz que puede usarse para obtener imágenes u otros fines.
Los rayos X se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluidas imágenes médicas, controles de seguridad y pruebas de materiales. En imágenes médicas, los rayos X se utilizan para crear imágenes del interior del cuerpo. En los controles de seguridad, se utilizan rayos X para detectar armas y otros contrabando. En las pruebas de materiales, los rayos X se utilizan para identificar defectos en los materiales.