El eccema no es contagioso y no puede transmitirse a otras personas mediante el tacto o el contacto. Es una afección inflamatoria crónica de la piel que surge debido a una combinación de factores genéticos y ambientales, así como a respuestas del sistema inmunológico. Si bien el eczema puede afectar múltiples áreas de la piel de una persona, no puede transmitirse a otras personas.