Los embriones, especialmente durante las primeras etapas del embarazo, pueden no ser visibles en las radiografías debido a su pequeño tamaño y a la falta de ciertas características esqueléticas. Los rayos X son más eficaces para visualizar los huesos, que sólo comienzan a desarrollarse en los embriones más tarde, durante el primer trimestre. Por lo tanto, es posible que una radiografía no proporcione suficiente información sobre la presencia o el desarrollo de un embrión durante las primeras etapas del embarazo.