¿Qué pasará si te tapas la nariz mientras estornudas?
Acumulación de presión: Cuando estornudas, tu cuerpo genera una acumulación de presión de aire en las fosas nasales y los pulmones. Taparse la nariz atrapa esta presión y evita su liberación.
Congestión nasal y dolor: La presión atrapada puede causar congestión en la nariz y las cavidades sinusales, provocando dolor e incomodidad.
Daño al oído: La presión que se produce al taparse la nariz durante un estornudo puede viajar a través de las trompas de Eustaquio, conectando la nariz y los oídos. Esta presión puede causar dolor de oído, pérdida temporal de la audición o incluso romper los tímpanos en casos extremos.
Daño ocular: La fuerza de un estornudo también puede provocar un aumento de la presión en los ojos, lo que podría provocar dolor ocular o, en casos raros, desprendimiento de retina.
Riesgo de infección: Taparse la nariz al estornudar puede hacer que el aire y las secreciones nasales regresen a los senos nasales y las trompas de Eustaquio. Esto puede aumentar el riesgo de infecciones de los senos nasales y de oído.
Dolores de cabeza: La acumulación repentina e intensa de presión puede provocar dolores de cabeza o exacerbar las migrañas existentes.
Mareos: En algunas personas, taparse la nariz durante un estornudo puede provocar una caída repentina de la presión arterial, provocando mareos o incluso desmayos.
Dificultades respiratorias: Taparse la nariz al estornudar puede dificultar los patrones respiratorios normales y provocar dificultad para respirar.
Es importante recordar que taparse la nariz al estornudar no es una práctica recomendada debido a los riesgos potenciales que implica. Si sientes ganas de estornudar, deja que suceda de forma natural y cúbrete la nariz con un pañuelo desechable o con el codo.