¿Qué es un ataque de estornudos?

Un ataque de estornudo, también comúnmente llamado ataque de estornudo o ataque de estornudo, se refiere a una serie de estornudos involuntarios y consecutivos que ocurren uno tras otro en rápida sucesión. El estornudo en sí es un reflejo natural desencadenado por la irritación o estimulación de los conductos nasales, pero un ataque de estornudo implica múltiples estornudos que ocurren repetidamente y en rápida sucesión.

Los ataques de estornudos pueden ser causados ​​por varios factores, como:

- Exposición a alérgenos, como polen, ácaros del polvo o caspa de mascotas.

- Infecciones o enfermedades que afecten a las vías respiratorias, como resfriado común, gripe o alergias.

- Ciertos desencadenantes ambientales, como la luz solar intensa, el aire frío, los cambios bruscos de temperatura o la exposición a olores fuertes o irritantes.

- Pólipos nasales u otras anomalías estructurales en la nariz.

- Exposición a ciertos medicamentos o sustancias que puedan irritar las fosas nasales.

Durante un ataque de estornudo, el cuerpo expulsa con fuerza el aire y las secreciones de la nariz y la boca para eliminar el irritante o desencadenante de las fosas nasales. Implica la contracción del diafragma, los músculos del pecho y los músculos abdominales, lo que resulta en una fuerte ráfaga de aire. Los ataques de estornudos pueden causar malestar, ojos llorosos, secreción nasal e interrupción temporal de las actividades normales.

En la mayoría de los casos, los ataques de estornudos son inofensivos y desaparecen por sí solos. Sin embargo, si persisten durante un período prolongado o van acompañados de otros síntomas preocupantes, como fiebre alta, dificultad para respirar o malestar intenso, es recomendable consultar a un profesional de la salud para una evaluación y tratamiento adecuados.