¿Es el Alzheimer una enfermedad por la que uno puede morir por sí solo o contribuye a la muerte sin llegar a causarla?

La enfermedad de Alzheimer en sí misma no es directamente responsable de causar la muerte. Esta enfermedad degenerativa conduce gradualmente a un deterioro cognitivo severo y un deterioro en el funcionamiento diario. Afecta principalmente al cerebro, donde causa daño progresivo y pérdida de neuronas, lo que lleva a una disminución progresiva de la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales.

Sin embargo, el Alzheimer a menudo se asocia con diversas complicaciones de salud que pueden contribuir o aumentar el riesgo de muerte. Las personas con Alzheimer son más susceptibles a infecciones, como la neumonía, y experimentan dificultad para tragar, lo que puede provocar desnutrición y deshidratación. La movilidad reducida y la capacidad reducida de autocuidado también contribuyen a una mayor vulnerabilidad a accidentes, caídas y lesiones.

A medida que avanza la enfermedad, las personas pueden necesitar atención y asistencia constantes, lo que supone una carga para los cuidadores y afecta a su calidad de vida. El costo emocional y el estrés asociados con el cuidado de alguien con Alzheimer también pueden tener consecuencias adversas para la salud del cuidador.

Por lo tanto, si bien la enfermedad de Alzheimer no es directamente fatal, aumenta significativamente el riesgo de diversas complicaciones y afecciones que, en última instancia, pueden contribuir a la muerte de una persona.