¿Qué es una hemorragia pleural?

Hemorragia pleural es la acumulación de sangre en el espacio pleural, el potencial entre la pleura visceral que cubre los pulmones y la pleura parietal que recubre la cavidad torácica.[1] Este espacio normalmente contiene una pequeña cantidad de líquido que permite que los pulmones se expandan y contraigan suavemente durante la respiración.

Muy a menudo, las hemorragias pleurales son causadas por un traumatismo torácico, una neoplasia maligna (cáncer de pulmón) o causas iatrogénicas como el cateterismo venoso central o la toracocentesis. En raras ocasiones, las hemorragias pleurales pueden ocurrir espontáneamente, como puede ocurrir en la hemofilia o la anticoagulación.

En muchos casos, los signos clínicos de hemorragia pleural no son específicos y pueden ser sutiles, lo que dificulta el diagnóstico.[1] Los signos y síntomas pueden incluir disnea, dolor pleurítico en el pecho (que empeora con la inspiración y la tos) y disminución de los ruidos respiratorios. Los pacientes con hemorragias pleurales masivas pueden presentar inestabilidad hemodinámica y signos de shock hipovolémico. Los hallazgos del examen físico pueden incluir matidez a la percusión sobre el hemitórax afectado y egofonía.

La ecografía es la modalidad de imagen inicial de elección para detectar el derrame pleural y también puede ayudar a diferenciar los derrames pleurales trasudativos de los exudativos según su apariencia. La radiografía de tórax también es útil para diagnosticar derrames pleurales, pero puede ser menos sensible que la ecografía para detectar derrames pequeños. Sin embargo, es más útil para evaluar la causa subyacente del derrame, como insuficiencia cardíaca, neumonía o malignidad.

Se debe identificar la causa subyacente del derrame pleural para guiar el diagnóstico y el tratamiento adicionales. Generalmente se debe realizar una toracocentesis diagnóstica para analizar el líquido pleural. La toracoscopia puede ser necesaria tanto para fines diagnósticos como para facilitar el drenaje del derrame en pacientes con derrame pleural maligno.

La hemorragia pleural debe diferenciarse del derrame pleural, otra causa de líquido en el espacio pleural. Los derrames pleurales suelen ser causados ​​por afecciones que alteran el equilibrio de las fuerzas hidrostáticas y oncóticas a través de la membrana pleural o por inflamación o infección del espacio pleural.[2]