¿Cuáles son los pasos para tipificar la sangre?

Los pasos involucrados en el tipaje sanguíneo son los siguientes:

Recogida de sangre:

- Se realiza una venopunción de la vena del individuo que se está examinando.

- Luego, la sangre se recoge en un tubo de extracción de sangre que contiene anticoagulante para evitar la coagulación.

Centrifugación:

- La muestra de sangre extraída se centrifuga para separar los glóbulos rojos del plasma y otros componentes.

Preparación de diapositivas:

- Se colocan una gota de suero o plasma del paciente y una gota de antisuero que contiene anticuerpos anti-A, anti-B y anti-D conocidos en portaobjetos de vidrio separados o en pocillos de una placa de microtitulación.

Mezcla y reacción:

- Se añaden los glóbulos rojos del paciente a cada portaobjetos o pocillo que contiene el suero/plasma y los anticuerpos.

- Luego se mezclan suavemente para permitir que los anticuerpos reaccionen con antígenos específicos en la superficie de los glóbulos rojos.

Observación:

- Después de un breve periodo (normalmente unos minutos), se pueden observar los resultados:

- Si hay aglutinación (aglomeración) en los pocillos anti-A y anti-B pero no en el pocillo anti-D, la sangre es de tipo A+ o A-.

- Del mismo modo, si se produce aglutinación tanto en los pocillos anti-A como en los anti-D pero no en los anti-B, la sangre es B+ o B-.

- Si se produce aglutinación en los pocillos anti-D pero no en los pocillos anti-A o anti-B, la sangre es O+ u O-.

- Si no hay aglutinación en alguno de los pocillos, es necesario repetir la prueba, ya que puede no ser válida.

Interpretación de los Resultados:

- Para determinar el tipo de sangre ABO y Rh, se evalúa el patrón de aglutinación y reactividad con diferentes anticuerpos utilizando las reacciones observadas.

- Por ejemplo, si se produce aglutinación en los pocillos anti-A y anti-B (pero no en los anti-D), y no hay reacciones con la tipificación inversa, la sangre es A+ o A-, dependiendo de la reacción del anticuerpo Rh.

A veces, se pueden realizar técnicas adicionales, como pruebas cruzadas o pruebas adicionales, junto con el grupo sanguíneo o después de él, para garantizar la compatibilidad en casos como las transfusiones.

Recuerde que la tipificación sanguínea generalmente la realizan profesionales de laboratorio capacitados y es esencial seguir los protocolos adecuados para garantizar resultados precisos y la seguridad del paciente.