¿Qué sucede con el exceso de sangre después de una transfusión?
1. Monitoreo: Durante y después de una transfusión de sangre, los profesionales de la salud controlan de cerca los signos vitales, el equilibrio de líquidos y el estado general del receptor para evaluar la necesidad de controlar el exceso de sangre.
2. Redistribución Inmediata: Inicialmente, el volumen de sangre transfundido se distribuye por todo el sistema circulatorio, lo que provoca un aumento del volumen sanguíneo. Parte del exceso de sangre puede redistribuirse a los espacios y tejidos intersticiales.
3. Diuresis: La respuesta natural del cuerpo al aumento del volumen sanguíneo es aumentar la producción de orina. Este proceso se llama diuresis. Los riñones filtran el exceso de líquido y electrolitos, favoreciendo la eliminación del exceso de volumen sanguíneo a través de la orina.
4. Restricción de sodio y líquidos: Para prevenir la sobrecarga de líquidos y posibles complicaciones, los profesionales de la salud pueden restringir la ingesta de sodio y líquidos durante un período después de la transfusión. Esto ayuda a controlar el equilibrio de líquidos del cuerpo.
5. Medicamentos diuréticos: En algunos casos, se pueden administrar medicamentos diuréticos para mejorar la producción de orina y promover aún más la eliminación del exceso de líquido del cuerpo.
6. Extracción de sangre (flebotomía): En situaciones poco comunes, si el exceso de volumen de sangre es significativo y causa síntomas, los proveedores de atención médica pueden realizar una flebotomía, un procedimiento en el que se extrae una cantidad controlada de sangre del receptor para reducir el volumen sanguíneo total.
7. Seguimiento cercano: Durante todo el proceso, la condición del receptor, los signos vitales, el estado de los líquidos y los valores de laboratorio se monitorean de cerca para garantizar un manejo adecuado del equilibrio de líquidos y prevenir posibles complicaciones relacionadas con el exceso de volumen sanguíneo.
Es importante tener en cuenta que los profesionales de la salud controlan y administran cuidadosamente las transfusiones de sangre para minimizar el riesgo de exceso de volumen sanguíneo y posibles complicaciones. El objetivo es garantizar el uso seguro y eficaz de los productos sanguíneos manteniendo al mismo tiempo la salud y el bienestar general del receptor.