¿Qué aporta la médula al sistema circulatorio?
La médula ósea es el tejido blando que se encuentra dentro de las cavidades de los huesos. Si bien no contribuye directamente al sistema circulatorio, desempeña un papel vital en la producción y regulación de las células sanguíneas, que son componentes esenciales del sistema circulatorio. A continuación se muestran algunas formas en que la médula ósea contribuye al sistema circulatorio:
- Hemopoyesis: La médula ósea es el sitio principal de la hematopoyesis, que es el proceso de formación de células sanguíneas. Produce todo tipo de células sanguíneas, incluidos los glóbulos rojos (eritrocitos), los glóbulos blancos (leucocitos) y las plaquetas (trombocitos).
- Producción de glóbulos rojos: La médula ósea produce glóbulos rojos, que son responsables de transportar oxígeno desde los pulmones a los tejidos de todo el cuerpo y de eliminar el dióxido de carbono de los tejidos de regreso a los pulmones. Los glóbulos rojos contienen una proteína llamada hemoglobina que se une a las moléculas de oxígeno, lo que permite su transporte eficaz.
- Producción de glóbulos blancos: La médula ósea produce varios tipos de glóbulos blancos, que desempeñan funciones cruciales en el sistema inmunológico del cuerpo. Estas células incluyen neutrófilos, linfocitos (como células T, células B y células asesinas naturales), monocitos, eosinófilos y basófilos. Ayudan a defenderse contra infecciones, sustancias extrañas y células anormales.
- Producción de plaquetas: La médula ósea produce plaquetas, que son esenciales para la coagulación de la sangre. Las plaquetas ayudan a detener el sangrado formando un tapón en el lugar de la lesión del vaso sanguíneo. Se adhieren al área dañada y se agregan formando un coágulo que sella el vaso sanguíneo dañado.
- Reserva de médula ósea: La médula ósea puede almacenar una reserva de células sanguíneas maduras que pueden liberarse al sistema circulatorio cuando sea necesario. En respuesta a determinadas condiciones o tensiones, como la pérdida de sangre o una infección, la médula ósea puede aumentar la producción y liberación de células sanguíneas para satisfacer las demandas del cuerpo.
En resumen, la médula ósea desempeña un papel central en el sistema circulatorio al producir y regular los distintos tipos de células sanguíneas que circulan en el torrente sanguíneo y realizan funciones esenciales como el transporte de oxígeno, la defensa inmune y la coagulación sanguínea.