No se suele utilizar sangre artificial en lugar de sangre real. Las transfusiones de sangre con sangre real son el tratamiento estándar para afecciones como la pérdida de sangre, la anemia y ciertos procedimientos médicos. La sangre artificial, también conocida como sustitutos de la sangre o portadores de oxígeno, aún se encuentra en fase de investigación y desarrollo y no ha sido ampliamente adoptada para uso médico regular.