1¿Qué es probable que suceda si a un paciente se le administra sangre no compatible?
Reacción inmediata:
- Minutos u horas después de la transfusión, el paciente puede experimentar escalofríos, fiebre, ansiedad y dificultad para respirar.
Hemólisis:
- Los anticuerpos incompatibles presentes en el plasma del receptor atacan a los glóbulos rojos transfundidos provocando su degradación (hemólisis). La hemoglobina y los restos celulares se liberan al torrente sanguíneo.
CID y daño renal:
- La liberación de hemoglobina y fragmentos de células puede desencadenar la coagulación intravascular diseminada (CID), una afección en la que se produce una coagulación anormal en todo el cuerpo.
- La CID puede provocar hemorragias generalizadas y daños a los órganos, incluida insuficiencia renal.
Esplenomegalia e Ictericia:
- El bazo desempeña un papel en la eliminación de la circulación de los glóbulos rojos dañados. En respuesta a la hemólisis, el bazo puede agrandarse (esplenomegalia).
- A medida que el hígado procesa la hemoglobina descompuesta, se acumula un exceso de bilirrubina, lo que provoca ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).
Insuficiencia renal y shock:
- Los glóbulos rojos dañados, los restos celulares y la sobrecarga de hemoglobina pueden obstruir los túbulos renales, provocando una lesión renal aguda y potencialmente provocando insuficiencia renal.
- La acumulación de sustancias tóxicas y la pérdida de volumen sanguíneo pueden provocar shock circulatorio y descenso de la presión arterial.
Tratamiento:
En caso de una reacción hemolítica a la transfusión, la transfusión se detiene inmediatamente y se inician medidas de apoyo:
- Líquidos intravenosos para mantener la circulación y prevenir el daño renal.
- Medicamentos para controlar la fiebre y combatir el shock.
- Tratamiento de la coagulación intravascular diseminada, si fuera necesario.
- En casos graves, puede ser necesaria una exanguinotransfusión para eliminar la sangre incompatible y reemplazarla con sangre compatible.
La prevención sigue siendo crucial para evitar transfusiones de sangre no compatibles. La identificación cuidadosa de los pacientes, los procedimientos exhaustivos de tipificación sanguínea y pruebas cruzadas y el estricto cumplimiento de los protocolos de transfusión son esenciales para garantizar la seguridad del paciente.