¿Qué es una fractura cerrada?
Una fractura cerrada, también conocida como fractura simple, es un tipo de rotura ósea en la que la piel permanece intacta y no hay ninguna herida abierta. El hueso está roto, pero la piel que cubre la fractura no está rota. En una fractura cerrada, los extremos del hueso pueden o no desplazarse de su posición normal. Las fracturas cerradas tienen menos probabilidades de infectarse que las abiertas, ya que no existe una conexión directa entre el sitio de la fractura y el ambiente exterior. El tratamiento de las fracturas cerradas suele implicar la inmovilización del área afectada mediante yesos, férulas o tracción, seguida de fisioterapia para restaurar el movimiento y la fuerza.