¿Cómo cambia la corteza cerebral con el envejecimiento?
1. Espesor :La corteza cerebral presenta adelgazamiento a medida que avanza la edad, particularmente en las regiones prefrontal, temporal y parietal. Esto refleja pérdida neuronal y atrofia dendrítica.
2. Volumen: El volumen cerebral general, incluida la corteza cerebral, disminuye con la edad. Ciertas áreas, como el hipocampo, conocido por la función de la memoria, sufren una pérdida sustancial de volumen.
3. Densidad sináptica: Las sinapsis, las conexiones entre neuronas, disminuyen en número y densidad a medida que envejecemos. Esta reducción puede afectar procesos cognitivos como la memoria y el aprendizaje.
4. Cambios en la materia blanca: La sustancia blanca, responsable de la comunicación entre diferentes regiones del cerebro, puede experimentar desmielinización, una pérdida de la vaina de mielina que aísla los axones, lo que lleva a una transmisión de señales más lenta.
Cambios funcionales:
1. Deterioro cognitivo: El deterioro cognitivo relacionado con la edad, si bien no es inevitable, es común. Puede afectar la memoria, la velocidad de procesamiento, la atención y la toma de decisiones.
2. Patrones de activación alterados: Las imágenes cerebrales funcionales revelan cambios en los patrones de activación durante las tareas cognitivas a medida que envejecemos. Algunas áreas pueden mostrar una disminución de la actividad, mientras que otras pueden exhibir una mayor compensación.
3. Interrupciones de la red: La conectividad funcional, la coordinación de la actividad entre regiones del cerebro, puede debilitarse con el envejecimiento, afectando la eficiencia de los procesos cognitivos.
4. Enfermedades neurodegenerativas: El envejecimiento avanzado aumenta el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, que implican un deterioro progresivo de la corteza cerebral.
Es importante señalar que estos cambios relacionados con la edad pueden variar entre individuos y algunos pueden experimentar un envejecimiento saludable con un deterioro cognitivo mínimo. Mantener el compromiso cognitivo, la interacción social, la actividad física y la salud cerebral en general puede ayudar a mitigar los cambios en la corteza cerebral relacionados con la edad.