¿Pueden los tumores cerebrales benignos causar problemas?

Los tumores cerebrales benignos, aunque no cancerosos, pueden causar varios problemas debido a su ubicación y tamaño dentro del cerebro. Si bien no se propagan ni invaden los tejidos circundantes como los tumores malignos, aún así pueden afectar significativamente la función cerebral y provocar diversos problemas de salud:

Aumento de la presión intracraneal (PIC): Los tumores cerebrales benignos, incluso los de crecimiento lento, pueden causar un aumento de la densidad dentro del cráneo, ya que ocupan espacio y comprimen el tejido cerebral circundante. La PIC elevada puede provocar dolores de cabeza, náuseas, vómitos, visión borrosa, mareos y alteración del estado mental. La PIC alta persistente puede poner en peligro la vida si no se controla eficazmente.

Convulsiones: Los tumores cerebrales benignos pueden provocar ataques epilépticos en algunas personas. Esto es más común en ciertos tipos de tumores, como meningiomas y gangliogliomas. Las convulsiones pueden afectar las actividades diarias, la vida social y la calidad de vida general de una persona.

Déficits neurológicos focales: Dependiendo de la ubicación y el tamaño del tumor, puede afectar áreas específicas del cerebro y provocar déficits neurológicos focales. Por ejemplo, los tumores en la corteza motora pueden causar debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, mientras que los tumores en los centros del lenguaje pueden afectar el habla y la comprensión.

Hidrocefalia: Los tumores cerebrales benignos que bloquean el flujo normal de líquido cefalorraquídeo (LCR) pueden provocar hidrocefalia, una afección caracterizada por la acumulación de un exceso de LCR en el cerebro. Esto puede provocar un aumento de la PIC y síntomas como dolores de cabeza, deterioro cognitivo, alteraciones de la marcha e incontinencia.

Alteraciones visuales: Los tumores cerebrales benignos ubicados cerca de los nervios ópticos o del quiasma pueden afectar la visión y provocar visión borrosa, visión doble o incluso pérdida de la visión.

Efectos psicológicos: Vivir con un tumor cerebral, incluso uno benigno, puede tener efectos psicológicos importantes, como ansiedad, depresión, miedo a la recurrencia y dificultades para afrontar el diagnóstico que altera la vida.

Es fundamental recordar que los problemas específicos causados ​​por los tumores cerebrales benignos varían ampliamente según la ubicación, el tamaño y las circunstancias individuales del tumor. El seguimiento, el tratamiento y el apoyo periódicos de los profesionales de la salud son esenciales para gestionar estos problemas y preservar la salud y el bienestar general.