¿Cómo se cura una mandíbula dislocada?

La curación de una mandíbula dislocada (dislocación mandibular) generalmente implica seguir un plan de tratamiento específico recomendado por un profesional de la salud, como un médico o un dentista, especializado en trastornos de la mandíbula. A continuación se ofrece una descripción general de cómo suele curarse una mandíbula dislocada:

1. Tratamiento Inmediato:

- El paso inicial es reposicionar manualmente la mandíbula en su posición anatómica correcta. Este procedimiento, conocido como reducción cerrada, generalmente lo realiza un profesional de la salud capacitado en el manejo de dislocaciones de mandíbula.

2. Estabilización:

- Después de reubicar la mandíbula, es necesario estabilizarla para evitar una mayor dislocación. Esto puede implicar el uso de un dispositivo llamado inmovilizador de mandíbula, férula de mandíbula o fijación intermaxilar (IMF). El método específico de estabilización dependerá de la gravedad de la dislocación y del caso individual.

3. Manejo del dolor:

- El dolor y la inflamación asociados con una mandíbula dislocada se pueden controlar con medicamentos, como antiinflamatorios no esteroides (AINE) y relajantes musculares.

4. Descanso y movimiento limitado de la mandíbula:

- Para facilitar la curación, es fundamental limitar al máximo el movimiento de la mandíbula. Esto puede implicar seguir una dieta blanda, evitar alimentos duros o masticables y minimizar el habla.

5. Fisioterapia:

- En algunos casos, se pueden recomendar ejercicios de fisioterapia para ayudar a restaurar el movimiento normal de la mandíbula, fortalecer los músculos de la mandíbula y prevenir futuras dislocaciones.

6. Atención de seguimiento:

- Es posible que sean necesarias citas de seguimiento periódicas con el profesional de la salud para controlar el progreso de la curación y ajustar el plan de tratamiento si es necesario.

7. Tiempo de curación:

- El proceso de curación puede variar según la salud general del individuo y la gravedad de la dislocación. La mayoría de los casos no complicados suelen curarse en unas pocas semanas o meses. Sin embargo, en algunos casos graves, puede ser necesaria una cirugía para corregir el problema.

8. Prevención de recurrencias:

- Una vez que la mandíbula se ha luxado, es más propensa a sufrir luxaciones futuras. Para prevenir recurrencias, es importante seguir las instrucciones específicas proporcionadas por el profesional de la salud, como evitar actividades que puedan forzar la mandíbula o practicar técnicas de relajación para controlar el estrés y la tensión.

Es fundamental seguir las instrucciones y recomendaciones específicas proporcionadas por el profesional de la salud durante todo el proceso de curación para garantizar una recuperación exitosa y prevenir complicaciones. Si tiene una mandíbula dislocada, buscar atención médica inmediata es esencial para un tratamiento y manejo adecuados.