El alcohol isopropanol es inflamable, pero no explota cuando se calienta en condiciones normales. El punto de inflamación del isopropanol es de 23 °C (73 °F), lo que significa que se encenderá si se expone a una llama o chispa a esta temperatura o por encima de ella. Si bien es inflamable, no tiene el mismo potencial explosivo que materiales como la gasolina o el propano. Cuando se calienta, sufre combustión y arde, produciendo dióxido de carbono, vapor de agua y otros productos de la combustión.