La vacuna contra la gripe generalmente se administra en la parte superior del brazo, en el músculo deltoides. Sin embargo, la inyección se puede administrar en el muslo en determinadas circunstancias, como en el caso de personas que temen a las agujas o tienen movilidad limitada en los brazos. El muslo proporciona una mayor masa muscular, lo que facilita la administración de la inyección y reduce el riesgo de molestias o lesiones.