¿Cuáles son los mecanismos fisiológicos implicados en la polidipsia poliuria y la polifagia diabetes mellitus?

La polidipsia, la poliuria y la polifagia son tres signos y síntomas cardinales de la diabetes mellitus, un grupo de trastornos metabólicos caracterizados por hiperglucemia. Son el resultado de la respuesta del cuerpo a los niveles elevados de glucosa en sangre. Exploremos los mecanismos fisiológicos involucrados en cada una de estas manifestaciones:

1. Polidipsia (sed excesiva):

- Aumento de la glucosa en sangre: Cuando los niveles de glucosa en sangre aumentan (hiperglucemia), el cuerpo intenta diluir la concentración de glucosa aumentando la ingesta de líquidos. Esto estimula la sed y provoca polidipsia.

- Diuresis osmótica: Los niveles altos de glucosa en sangre provocan un efecto osmótico, extrayendo agua de los tejidos al torrente sanguíneo. Esto diluye la sangre, reduciendo su osmolalidad. Los riñones responden excretando más orina para mantener la osmolalidad sanguínea normal. Este proceso, conocido como diuresis osmótica, conduce a un aumento de la producción de orina (poliuria).

- Deshidratación: La poliuria y la pérdida de líquido resultante pueden provocar deshidratación, estimulando aún más la sed y contribuyendo a la polidipsia.

2. Poliuria (producción excesiva de orina):

- Diuresis osmótica: Como se mencionó anteriormente, la hiperglucemia causa diuresis osmótica, lo que lleva a un aumento de la producción de orina.

- Acción alterada de la insulina: La insulina facilita la absorción de glucosa por las células, permitiéndoles utilizarla como energía. En la diabetes, la resistencia o deficiencia de insulina afecta la utilización de la glucosa, lo que lleva a niveles altos de glucosa en sangre. Esto produce diuresis osmótica persistente y poliuria.

3. Polifagia (Hambre excesiva):

- Aumento del gasto energético: La diabetes mellitus puede provocar un aumento del gasto energético debido a varios factores, incluida la utilización deficiente de la glucosa y el aumento de la tasa metabólica basal. Esto hace que el cuerpo requiera más energía, lo que provoca un aumento del hambre y la polifagia.

- Deficiencia de insulina: La deficiencia de insulina también afecta la regulación del apetito y la saciedad. Altera el mecanismo de retroalimentación normal que indica saciedad, lo que hace que las personas sientan más hambre incluso después de comer.

- Glucosuria: En casos graves de diabetes, la glucosa puede pasar a la orina (glucosuria). Esta pérdida de glucosa a través de la orina puede contribuir a la polifagia cuando el cuerpo intenta compensar la fuente de energía perdida.

Es importante tener en cuenta que la polidipsia, la poliuria y la polifagia también pueden ocurrir en otras afecciones médicas, lo que enfatiza la necesidad de un diagnóstico y tratamiento adecuados por parte de un profesional de la salud.