¿Qué es la intervención de enfermería para el dengue?
1. Monitorizar los signos vitales:
- Vigilar de cerca los signos vitales, especialmente la temperatura, el pulso y la presión arterial.
- Observe si hay signos de shock, como hipotensión, taquicardia y piel fría y húmeda.
2. Mantenga el equilibrio de líquidos:
- Fomente la ingesta oral de líquidos, incluida agua, soluciones de electrolitos (p. ej., sales de rehidratación oral) y jugos de frutas.
- Para los pacientes que no pueden tolerar los líquidos orales, administre líquidos intravenosos según lo prescrito.
3. Monitorear los valores de laboratorio:
- Lleve un registro de los valores de laboratorio, incluidos el hematocrito, el recuento de plaquetas y los niveles de enzimas hepáticas.
- Notificar al proveedor de atención médica si hay algún cambio significativo.
4. Controle el dolor y la fiebre:
- Administrar antipiréticos, como paracetamol o ibuprofeno, según lo prescrito para reducir la fiebre y aliviar el dolor.
- Evite el uso de aspirina o medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado.
5. Proporcionar medidas de comodidad:
- Fomentar el reposo en cama y proporcionar un ambiente confortable.
- Ofrezca alimentos blandos, insípidos y fáciles de digerir.
- Colaborar con la higiene personal y las actividades de la vida diaria.
6. Esté atento a signos de sangrado o shock:
- El dengue puede provocar trombocitopenia (recuento bajo de plaquetas) y hemorragia.
- Esté atento a signos de sangrado, como hematomas, hemorragias nasales o encías sangrantes.
- Notifique inmediatamente al proveedor de atención médica si hay algún signo de shock o sangrado.
7. Educación del paciente:
- Educar al paciente y familia sobre el dengue, sus síntomas y complicaciones.
- Anímelos a practicar medidas para evitar los mosquitos, como usar repelentes de mosquitos, usar ropa de manga larga y usar mosquiteros.