¿Qué causa que el lado derecho de la cara se caiga repentinamente y tenga visión doble?
- Accidente cerebrovascular: Un derrame cerebral ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro, lo que provoca la muerte de las células cerebrales. Cuando un derrame cerebral afecta los nervios que controlan los músculos faciales, puede hacer que la cara se incline hacia un lado. La visión doble también puede ocurrir con un derrame cerebral, ya que el cerebro puede tener dificultades para procesar correctamente la información visual.
- Parálisis de Bell: La parálisis de Bell es una afección que causa debilidad o parálisis temporal de los músculos de un lado de la cara. Se desconoce la causa exacta de la parálisis de Bell, pero se cree que es causada por una infección viral que daña los nervios faciales. La parálisis de Bell puede provocar caída facial y visión doble, así como dolor detrás de la oreja y dificultad para cerrar el ojo del lado afectado.
- Miastenia gravis: La miastenia gravis es un trastorno autoinmune crónico que afecta la comunicación entre nervios y músculos. Puede causar debilidad en los músculos de la cara, incluidos los músculos que controlan el movimiento de los ojos, lo que provoca caída facial y visión doble.
- Tumores: Un tumor en el cerebro o cerca de los nervios faciales puede provocar caída facial y visión doble. La presión del tumor puede afectar los nervios que controlan los músculos faciales y el movimiento de los ojos, lo que provoca estos síntomas.
- Lesión en la cabeza: Una lesión en la cabeza puede dañar los nervios que controlan los músculos faciales y el movimiento de los ojos, provocando caída facial y visión doble.
- Aneurisma: Un aneurisma roto en el cerebro puede ejercer presión sobre los nervios que controlan los músculos faciales y el movimiento de los ojos, provocando caída facial y visión doble.
Si experimenta una caída facial repentina y visión doble, es importante buscar atención médica de inmediato. El médico puede evaluar sus síntomas y determinar la causa subyacente, lo que guiará el tratamiento adecuado.