Una infección por tiña, también conocida como tiña, es una infección por hongos que afecta la piel. Por lo general, no se sabe que infecte el ojo, pero en casos raros, es posible que la infección se propague desde la piel alrededor del ojo hasta el ojo mismo. Esto puede provocar una afección llamada queratitis, que es una inflamación de la córnea, la capa exterior transparente del ojo. Los síntomas de la queratitis fúngica incluyen dolor ocular, enrojecimiento, hinchazón, visión borrosa y sensibilidad a la luz. Si sospecha que puede tener una infección por tiña que se ha extendido al ojo, es importante consultar a un oftalmólogo para su evaluación y tratamiento, ya que puede provocar complicaciones graves si no se trata.