¿Cómo se ve afectada la luz que entra al ojo por la conjuntivitis?
Cuando la luz entra al ojo, pasa a través de la córnea, la capa exterior transparente del ojo que cubre la pupila y el iris. La córnea ayuda a enfocar la luz en la retina, el tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior del ojo. Si la conjuntiva está inflamada, la córnea puede volverse turbia o hinchada, lo que puede dispersar la luz y dificultar la visión con claridad.
La conjuntivitis también puede hacer que los ojos se enrojezcan, se irriten y lloren. Estos síntomas pueden dificultar mantener los ojos abiertos y provocar sensibilidad a la luz. En algunos casos, la conjuntivitis también puede provocar que los párpados formen costras o se peguen.
Si experimenta alguno de los síntomas de la conjuntivitis, es importante consultar a un oftalmólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento.