¿Qué es el bocio coloide adenomatoso?

Bocio coloide adenomatoso Es un tipo de bocio que se caracteriza por la presencia de múltiples nódulos pequeños y redondos de tejido tiroideo que están llenos de coloide, un líquido viscoso que contiene tiroglobulina, el precursor de las hormonas tiroideas. Estos nódulos suelen ser benignos y no causan ningún síntoma, pero a veces pueden crecer lo suficiente como para causar una hinchazón visible en el cuello.

Causas

Se desconoce la causa exacta del bocio coloide adenomatoso, pero se cree que está relacionado con una combinación de factores genéticos y ambientales, como la deficiencia de yodo, trastornos autoinmunes y ciertos medicamentos.

Síntomas

La mayoría de los bocios coloides adenomatosos no causan ningún síntoma. Sin embargo, en algunos casos, pueden crecer lo suficiente como para causar:

* Una hinchazón visible en el cuello.

* Dificultad para tragar

* Dificultad para respirar

* Ronquera

* Sensación de presión o plenitud en la garganta.

Diagnóstico

El bocio coloide adenomatoso generalmente se diagnostica basándose en un examen físico del cuello y una prueba de función tiroidea. Una prueba de función tiroidea mide los niveles de hormonas tiroideas en la sangre. En algunos casos, se puede realizar una ecografía de la tiroides para confirmar el diagnóstico y descartar otras causas de bocio.

Tratamiento

La mayoría de los bocios coloides adenomatosos no requieren tratamiento. Sin embargo, si causan síntomas, se puede recomendar tratamiento. Las opciones de tratamiento incluyen:

* Terapia de reemplazo de hormona tiroidea: Esto se puede utilizar para suprimir la producción de hormonas tiroideas por parte de la glándula tiroides, lo que puede ayudar a reducir el bocio.

* Cirugía: Esto puede ser necesario si el bocio es muy grande o si causa síntomas.

* Terapia con yodo radiactivo: Este es un tratamiento que utiliza yodo radiactivo para destruir el tejido tiroideo.

Pronóstico

El pronóstico del bocio coloide adenomatoso es generalmente excelente. La mayoría de los bocios se pueden controlar con medicamentos o cirugía y rara vez reaparecen.