La gonorrea no afecta la capacidad de una mujer para quedar embarazada. Sin embargo, la gonorrea puede causar complicaciones graves durante el embarazo, como parto prematuro, bajo peso al nacer e infecciones oculares en los recién nacidos. Es importante que las mujeres embarazadas se hagan pruebas de gonorrea y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) al principio del embarazo y que reciban tratamiento si es necesario.