Existen tratamientos eficaces disponibles para curar la gonorrea. La opción de tratamiento recomendada para la gonorrea es un antibiótico. Actualmente se utilizan habitualmente antibióticos como la ceftriaxona u otras cefalosporinas. La azitromicina se puede utilizar como alternativa si las cefalosporinas no son adecuadas o si las cepas de gonorrea han desarrollado resistencia a las cefalosporinas. Es importante completar todo el tratamiento según lo prescrito para garantizar la eliminación eficaz de la infección y prevenir complicaciones. También se recomienda informar a sus parejas sexuales para que puedan hacerse pruebas y recibir tratamiento si es necesario, para evitar una mayor transmisión.