Tienes agua en el útero. ¿Por qué puede ser esto?

El agua en el útero, también conocida como hidrometra, se refiere a la acumulación excesiva de líquido dentro de la cavidad uterina. Esta condición puede ser causada por varios factores, que incluyen:

1. Estenosis cervical: La estenosis cervical ocurre cuando la abertura del cuello uterino (la parte inferior del útero que conduce a la vagina) se estrecha o se bloquea. Esto puede impedir el drenaje normal de la sangre menstrual y otros líquidos del útero, lo que provoca acumulación de líquido e hidrometra.

2. Anomalías uterinas: Ciertas anomalías uterinas, como un útero septado (un útero dividido por una pared), también pueden contribuir a la retención de líquidos dentro del útero. Estas anomalías pueden obstruir la salida del líquido menstrual y provocar hidrometra.

3. Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP): La EPI es una infección de los órganos reproductivos, incluidos el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. En algunos casos, la EPI puede causar cicatrices y daños a los órganos reproductivos, lo que provoca hidrometra.

4. Cambios posmenopáusicos: Después de la menopausia, los niveles de estrógeno y progesterona disminuyen, lo que puede provocar un adelgazamiento del revestimiento del útero (endometrio). Este adelgazamiento puede provocar la acumulación de líquido dentro de la cavidad uterina.

5. Condiciones relacionadas con el embarazo: En casos raros, ciertas afecciones relacionadas con el embarazo, como un aborto retenido o un embarazo molar, pueden provocar hidrometra.

6. Síndrome de Asherman: El síndrome de Asherman se refiere a la formación de tejido cicatricial dentro de la cavidad uterina, a menudo debido a procedimientos quirúrgicos (como el legrado) o infecciones. Estas cicatrices pueden impedir el paso normal del flujo menstrual y provocar retención de líquidos dentro del útero.

Si sospecha que puede tener hidrometra, es importante consultar a un proveedor de atención médica para una evaluación y un diagnóstico adecuado. Las opciones de tratamiento pueden variar según la causa subyacente y pueden incluir medicación, intervención quirúrgica u otras medidas apropiadas para abordar la afección subyacente y resolver la acumulación de líquido.