No existen equipos especiales conectados al corazón para hacerlo latir con regularidad. El corazón tiene su propio sistema de conducción eléctrica que controla y coordina sus latidos. Este sistema, que consta de células especializadas llamadas nódulo sinoauricular (SA), nódulo auriculoventricular (AV) y haz de His, genera y transmite impulsos eléctricos que hacen que el músculo cardíaco se contraiga y relaje de manera regular y rítmica.