El corazón no está bajo control consciente como los movimientos de las extremidades. El ritmo del corazón está regulado por el nódulo sinoauricular (nódulo SA), que es un grupo de células especializadas ubicadas en la aurícula derecha. El nódulo SA genera impulsos eléctricos que hacen que el músculo cardíaco se contraiga. Luego, estos impulsos se conducen a través del sistema de conducción del corazón, que incluye el nódulo auriculoventricular (nódulo AV), el haz de His y las fibras de Purkinje. Este sistema asegura que el corazón se contraiga de forma coordinada.
Si bien no podemos controlar directamente nuestra frecuencia cardíaca, existen ciertos factores que pueden influir en ella. Por ejemplo, el ejercicio, el estrés y la cafeína pueden hacer que aumente la frecuencia cardíaca. Por el contrario, la relajación, el sueño y ciertos medicamentos pueden disminuir la frecuencia cardíaca.