¿Cómo causa el síndrome de Marfan el agrandamiento de la aorta?
Así es como el síndrome de Marfan causa agrandamiento de la aorta:
Anomalías estructurales :Las mutaciones en la fibrilina-1 alteran la producción y el ensamblaje normal de fibras elásticas dentro de la media aórtica, la capa media de la pared aórtica. La media aórtica suele contener una densa red de fibras elásticas intercaladas con células de músculo liso y colágeno. En el síndrome de Marfan, la red de fibras elásticas comprometida conduce a una menor integridad estructural y a una disminución de las propiedades de retroceso de la aorta.
Dilatación Aórtica :Con la pérdida del soporte elástico, la pared aórtica se vuelve más débil y más susceptible a la dilatación. La raíz aórtica, la porción proximal de la aorta donde se conecta con el corazón, es particularmente propensa a agrandarse. A medida que la raíz aórtica se dilata, puede provocar un mal funcionamiento de la válvula aórtica y provocar insuficiencia aórtica.
Aumento de la tensión en la pared :La aorta agrandada experimenta un mayor estrés mecánico debido a la presión arterial elevada. La pared aórtica debilitada lucha por resistir este aumento de tensión, lo que contribuye a un mayor agrandamiento y una posible rotura.
Función reducida de las células del músculo liso :El síndrome de Marfan también afecta la función de las células del músculo liso de la pared aórtica. Las células del músculo liso normalmente contribuyen a las propiedades contráctiles de la aorta y ayudan a mantener su tono. En el síndrome de Marfan, estas células pueden ser disfuncionales, lo que afecta la capacidad de la aorta para regular adecuadamente el flujo sanguíneo y resistir la dilatación.
Señalización anormal de TGF-beta :La fibrilina-1 desempeña un papel en la regulación de la vía de señalización del factor de crecimiento transformante beta (TGF-beta), que es importante para mantener la homeostasis del tejido. La señalización desregulada de TGF-beta en el síndrome de Marfan contribuye a la remodelación anormal y al crecimiento excesivo de la pared aórtica.
Estos factores en conjunto conducen al agrandamiento progresivo de la aorta, lo que eventualmente aumenta el riesgo de disección aórtica, una afección potencialmente mortal que implica un desgarro en la pared aórtica.