La frecuencia cardíaca activa normal para un adulto en reposo oscila entre 60 y 100 latidos por minuto (lpm). Este rango puede variar de persona a persona, según su edad, nivel de condición física y salud general. Sin embargo, cualquier frecuencia cardíaca en reposo superior a 100 lpm se considera taquicardia (frecuencia cardíaca rápida) y requiere evaluación médica, mientras que una frecuencia cardíaca en reposo inferior a 60 lpm se considera bradicardia (frecuencia cardíaca lenta) y también puede requerir atención médica. Es importante controlar su frecuencia cardíaca con regularidad y consultar a un profesional de la salud si tiene dudas sobre su frecuencia cardíaca o experimenta algún síntoma preocupante, como dolor en el pecho, dificultad para respirar o mareos.