El término médico para "sangrado", cuando alguien pierde suficiente sangre como para provocar una caída grave de la presión arterial y del suministro de oxígeno al cerebro, provocando pérdida del conocimiento y potencialmente la muerte, es "hemorragia". La hemorragia puede ocurrir como resultado de un traumatismo, daño a los vasos sanguíneos debido a una enfermedad o lesión, o condiciones de sangrado anormales. Dependiendo de la ubicación del sangrado, se le puede denominar "sangrado interno" cuando los vasos sanguíneos internos están dañados o "sangrado externo" cuando la sangre escapa del cuerpo a través de una herida.