¿Cómo reduce la elevación la hinchazón y el sangrado?

Elevar una parte del cuerpo lesionada puede ayudar a reducir la hinchazón y el sangrado al promover el retorno venoso, que es el flujo de sangre de regreso al corazón. Cuando se eleva un área lesionada, la fuerza de la gravedad ayuda a extraer líquido y sangre del sitio, lo que reduce la presión y permite una mejor circulación. Esto puede ayudar a reducir la hinchazón y prevenir la formación de coágulos de sangre.

A continuación se presentan algunos mecanismos específicos mediante los cuales la elevación ayuda a reducir la hinchazón y el sangrado:

Drenaje venoso mejorado: Cuando un área lesionada está elevada, los tejidos circundantes comprimen menos las venas, lo que permite un flujo más fácil de sangre de regreso al corazón. Esto reduce la presión en las venas y ayuda a evitar que el líquido se filtre hacia los tejidos circundantes, lo que puede provocar hinchazón.

Presión hidrostática reducida: La presión hidrostática es la presión que ejerce un fluido debido a su peso. Cuando se eleva un área lesionada, se reduce la presión hidrostática, lo que ayuda a evitar que se acumule líquido en los tejidos.

Drenaje linfático mejorado: El sistema linfático es una red de vasos que ayuda a drenar líquidos y productos de desecho de los tejidos de todo el cuerpo. Cuando un área lesionada está elevada, los vasos linfáticos están menos comprimidos por los tejidos circundantes, lo que permite un flujo más fácil de líquido y productos de desecho. Esto puede ayudar a reducir la hinchazón y promover la curación.

Aumento de la oxigenación tisular: La elevación puede ayudar a mejorar la oxigenación de los tejidos, lo que puede promover la curación y reducir la inflamación. Cuando un área lesionada está elevada, los tejidos circundantes comprimen menos los vasos sanguíneos, lo que permite un mejor flujo de sangre y oxígeno al área.

Es importante tener en cuenta que la elevación por sí sola puede no ser suficiente para reducir la hinchazón y el sangrado en todos los casos. En algunos casos, pueden ser necesarios tratamientos adicionales, como hielo, compresión y medicamentos.