¿Cómo se regula la distribución de la sangre en las distintas vías capilares?

La distribución de la sangre en diversas vías capilares está regulada por varios mecanismos:

Esfínteres precapilares: Son válvulas musculares ubicadas en la entrada de los capilares. Pueden contraerse o dilatarse para controlar el flujo de sangre hacia el lecho capilar.

Esfínteres poscapilares: Son válvulas musculares ubicadas a la salida de los capilares. Pueden contraerse o dilatarse para controlar el flujo de sangre que sale del lecho capilar.

Arteriolas: Son pequeñas arterias que suministran sangre a los lechos capilares. Pueden contraerse o dilatarse para aumentar o disminuir la presión arterial en los lechos capilares.

Vénulas: Son pequeñas venas que drenan la sangre de los lechos capilares. Pueden contraerse o dilatarse para aumentar o disminuir la presión arterial en los lechos capilares.

Autorregulación: Este es un mecanismo local que regula el flujo sanguíneo en respuesta a cambios en el metabolismo de los tejidos. Cuando aumenta el metabolismo de los tejidos, los capilares se dilatan y aumenta el flujo sanguíneo. Cuando el metabolismo de los tejidos disminuye, los capilares se contraen y el flujo sanguíneo disminuye.

Control neuronal: El sistema nervioso también puede controlar el flujo sanguíneo en las vías capilares. Las fibras nerviosas simpáticas pueden provocar vasoconstricción, mientras que las fibras nerviosas parasimpáticas pueden provocar vasodilatación.

Control hormonal: Hormonas como la epinefrina y la noradrenalina pueden provocar vasoconstricción, mientras que la histamina y la serotonina pueden provocar vasodilatación.

Estos mecanismos trabajan juntos para mantener un equilibrio entre el suministro de sangre a varios tejidos y las demandas metabólicas de esos tejidos.