¿Qué partes del cuerpo se ven afectadas por la hepatitis?

El hígado es el principal órgano afectado por la hepatitis. El hígado es responsable de varias funciones esenciales, incluido filtrar las toxinas de la sangre, producir bilis para ayudar a digerir las grasas y almacenar energía. Cuando el hígado está inflamado o dañado por la hepatitis, puede alterar estas funciones y provocar una variedad de síntomas.

Además del hígado, la hepatitis también puede afectar a otros órganos y partes del cuerpo, entre ellos:

Bazo: El bazo es un órgano ubicado en la parte superior izquierda del abdomen que ayuda a filtrar la sangre y eliminar los glóbulos rojos viejos o dañados. La hepatitis puede hacer que el bazo se agrande y se inflame.

Riñones: La hepatitis puede provocar inflamación y daño renal, lo que se conoce como nefritis asociada a la hepatitis. Esta afección puede provocar insuficiencia renal si no se trata.

Páncreas: La hepatitis puede hacer que el páncreas se inflame y provoque pancreatitis. La pancreatitis puede causar dolor abdominal, náuseas y vómitos.

Cerebro: En raras ocasiones, la hepatitis puede afectar el cerebro y provocar una afección llamada encefalopatía hepática. Esta condición puede causar confusión, somnolencia y convulsiones.

Piel: La hepatitis puede causar una variedad de problemas de la piel, incluida ictericia (color amarillento de la piel y los ojos), picazón y erupciones cutáneas.

Articulaciones: La hepatitis puede causar dolor e hinchazón en las articulaciones.

Corazón: En raras ocasiones, la hepatitis puede causar problemas cardíacos, como miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y pericarditis (inflamación del saco que rodea el corazón).