¿La falta de bazo o apéndice puede afectar el hígado?

El bazo y el apéndice son órganos importantes del cuerpo humano, pero no son esenciales para la supervivencia. El hígado es un órgano vital con muchas funciones importantes, incluida la eliminación de toxinas de la sangre, la producción de bilis para ayudar a digerir las grasas y el almacenamiento de energía en forma de glucógeno.

Si a una persona le extirpan el bazo o el apéndice, su hígado no tendrá que trabajar más para compensar su pérdida. El hígado es capaz de adaptarse a los cambios del cuerpo y simplemente asumirá las funciones que antes realizaba el bazo o el apéndice.

Hay algunos casos en los que no tener bazo ni apéndice puede ejercer presión sobre el hígado. Por ejemplo, las personas a las que se les ha extirpado el bazo tienen más probabilidades de desarrollar ciertos tipos de infecciones, como neumonía y septicemia. Esto se debe a que el bazo ayuda a filtrar bacterias y otras partículas dañinas de la sangre. Las personas a las que se les ha extirpado el apéndice también pueden tener más probabilidades de desarrollar apendicitis, que es una inflamación dolorosa del apéndice.

En general, no tener bazo ni apéndice no suele hacer que el hígado trabaje demasiado. Sin embargo, puede aumentar el riesgo de ciertas afecciones médicas que pueden ejercer presión sobre el hígado.