¿Cómo reacciona el cuerpo ante la lepra?
Lepra tuberculoide:
- Esta es la forma menos grave de lepra. El cuerpo desarrolla lesiones cutáneas bien definidas, ligeramente elevadas y con bordes claros.
- El sistema inmunológico forma granulomas, que son pequeños conjuntos de células inmunitarias que rodean y aíslan a las bacterias. Esto ayuda a controlar la propagación de la infección y previene mayores daños a la piel y los nervios.
- Sin embargo, las zonas afectadas pueden experimentar pérdida de sensibilidad debido al daño a los nervios.
Lepra lepromatosa:
- Esta es la forma más grave de lepra. Se caracteriza por lesiones cutáneas generalizadas, planas, difusas y mal definidas.
- La respuesta del sistema inmunológico es más débil en la lepra lepromatosa, lo que permite que las bacterias se propaguen más ampliamente por la piel, las membranas mucosas y los órganos internos.
- El daño a los nervios y tejidos es más grave, lo que resulta en una pérdida significativa de sensibilidad, desfiguración y potencialmente ceguera si la infección llega a los ojos.
En ambos tipos de lepra, la presencia de la bacteria Mycobacterium leprae desencadena una respuesta inmune. Sin embargo, la capacidad del cuerpo para controlar y contener la infección varía, lo que conduce a diferentes manifestaciones clínicas y grados de daño a los nervios. La detección y el tratamiento tempranos de la lepra son fundamentales para prevenir complicaciones graves y promover la recuperación.