Resistencia a los medicamentos contra el VIH:lo que debe saber
La resistencia a los medicamentos contra el VIH significa que cierto medicamento utilizado para tratar el VIH ha dejado de funcionar. Esto puede suceder porque el virus ha evolucionado con el tiempo y ha cambiado de una manera que lo hace resistente al medicamento.
2. ¿Qué causa la resistencia a los medicamentos del VIH?
La resistencia a los medicamentos del VIH es causada por una combinación de factores, que incluyen:
- La capacidad del virus para mutar rápidamente.
- Supresión incompleta del virus con medicación.
- No tomar la medicación exactamente según lo recetado.
- Dosis faltantes de medicación
- Suspender la medicación prematuramente
- Uso de dosis subterapéuticas de medicación.
- Usar medicamentos falsificados
- Interacciones medicamentosas
3. ¿Cuáles son las consecuencias de la resistencia a los medicamentos del VIH?
La resistencia a los medicamentos del VIH puede tener varias consecuencias, entre ellas:
- Empeoramiento de los síntomas del VIH
- Mayor riesgo de desarrollar síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)
- Opciones de tratamiento más difíciles y costosas.
- Mayor riesgo de hospitalización y muerte.
4. ¿Cómo se puede prevenir la resistencia a los medicamentos del VIH?
La mejor manera de prevenir la resistencia a los medicamentos del VIH es tomar los medicamentos exactamente como se los recetaron y nunca saltarse una dosis. También deberías:
- Evite el uso de drogas recreativas y alcohol.
- Hágase chequeos regulares con su proveedor de atención médica.
- Informe a su proveedor de atención médica sobre todos los demás medicamentos que esté tomando, incluidos los medicamentos y suplementos de venta libre.
- Hágase una prueba genética para ver si es probable que desarrolle resistencia a los medicamentos.
5. ¿Qué pasa si desarrollo resistencia a los medicamentos contra el VIH?
Si desarrolla resistencia a los medicamentos contra el VIH, su proveedor de atención médica trabajará con usted para crear un nuevo plan de tratamiento. Esto puede implicar cambiar a un medicamento diferente o suspender el tratamiento por completo. Lo más importante es seguir atentamente las instrucciones de su proveedor de atención médica.