¿Qué intentos de cura funcionaron para la peste negra?
Ninguna cura podría detener el progreso de la peste una vez que los síntomas han aparecido en la víctima; aunque se intentaron muchos tratamientos. Entre los remedios utilizados por los médicos europeos se encontraban las sangrías, la cauterización de los bubones, las purgas a base de hierbas laxantes o la ingestión de una pócima de esmeraldas molidas mezcladas con carne seca de víboras. Ninguno proporcionó un alivio efectivo a sus víctimas.