¿Dónde es más probable que se encuentre el VIH en el cuerpo humano?
El VIH ataca y destruye principalmente un tipo de glóbulo blanco llamado célula T CD4+, también conocida como célula T colaboradora. Estas células desempeñan un papel fundamental en el sistema inmunológico del cuerpo, ayudando a coordinar y fortalecer las respuestas inmunes contra infecciones y enfermedades. El VIH infecta estas células y las utiliza para replicarse y producir más copias del virus.
Si bien el VIH se puede encontrar en diversos fluidos y tejidos corporales, el sistema linfático y los ganglios linfáticos son sitios particularmente importantes para la replicación y persistencia del VIH. El sistema linfático es una red de vasos, tejidos y órganos que ayuda a drenar el líquido de los tejidos y desempeña un papel crucial en la vigilancia y respuesta inmunitaria. Los ganglios linfáticos son estructuras pequeñas con forma de frijol ubicadas en todo el cuerpo que filtran y atrapan sustancias extrañas, incluidos virus y bacterias.
Durante las primeras etapas de la infección por VIH, el virus se dirige principalmente a las células T CD4+ y se replica dentro de los tejidos mucosos del tracto gastrointestinal y la vagina. Sin embargo, a medida que la infección avanza y entra en la fase crónica, conocida como SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), el VIH se disemina por todo el cuerpo, incluido el sistema linfático.
La alta concentración de células T CD4+ y la constante recirculación de células inmunitarias dentro del sistema linfático lo convierten en un entorno ideal para la replicación y propagación del VIH. El virus puede infectar y destruir las células T CD4+ en los ganglios linfáticos, lo que provoca un agotamiento significativo de estas células inmunitarias cruciales. Este agotamiento debilita el sistema inmunológico del cuerpo y hace que las personas sean más susceptibles a diversas infecciones y enfermedades oportunistas.