¿A qué órganos sensoriales afecta el VIH?
El principal órgano sensorial al que afecta directamente el VIH es el ojo, particularmente la retina en la parte posterior del ojo. La neurorretinitis asociada al VIH puede provocar cambios en la visión, visión borrosa, moscas volantes e incluso, potencialmente, pérdida de la visión en algunos casos. Además, el VIH también puede manifestarse en los oídos al dañar el octavo par craneal, que es responsable de la audición y el equilibrio, lo que provoca pérdida auditiva neurosensorial o disfunción vestibular. Es importante que las personas que viven con el VIH se sometan a exámenes periódicos y controlen sus funciones sensoriales, incluidas evaluaciones de los ojos y los oídos, para abordar cualquier posible complicación desde el principio.