Compartir un cigarrillo con alguien que tiene SIDA no conlleva riesgo de transmitir el VIH. El VIH, el virus que causa el SIDA, no se transmite a través de la saliva ni por contacto casual. Las principales formas de transmisión del VIH son las relaciones sexuales sin protección, el intercambio de agujas u otros elementos relacionados con las drogas, o de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Compartir cigarrillos no implica el intercambio de fluidos corporales o sangre, que son necesarios para la transmisión del VIH. Por tanto, compartir cigarrillos no supone ningún riesgo de contraer SIDA.